Contaminación sonora

Recién me vengo a enterar que el 26 de abril se celebra el Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido. ¡Qué casualidad! Justamente en la clase del martes  25 hablamos sobre intensidad de sonido, decibeles, normas ambientales y ruidos molestos. Si no estuviera en una facultad que tiene “Ciencias Naturales” en el nombre, tomaría  esto como una señal sobrenatural.

Por eso resulta muy oportuno el informe sobre contaminación sonora que difundió esta semana la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA, por sus siglas en inglés), a partir de la directiva que obliga a los países europeos a tomar medidas contra este tipo de contaminación. Puede sonar exagerado, pero sé por experiencia que el ruido puede hacer mucho daño. Y no lo digo solo yo, también lo dice la Organización Mundial de la Salud, que considera que el ruido, después de la contaminación atmosférica, es el segundo problema ambiental más dañino para el ser humano, porque causa molestias, estrés, problemas de sueño, afecta las capacidades cognitivas e incluso enfermedades cardiovasculares y respiratorias. 

El informe de la EEA de esta semana agrega que el tránsito automotor es la principal fuente de contaminación acústica y estima que 100 millones de personas están sometidos a niveles de riesgo, es decir, expuestas a una media diaria por encima de los 55 decibelios. De esos 100 millones, 32 millones están sometidos “a niveles de ruido muy altos”, por encima de 65 decibelios.

Acá dejo un interesante artículo sobre el tema, en la edición de hoy del diario El País de España. 

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