La piedad duró hasta las 9 de la noche. En ese momento San Esferito no pudo resistir más y sucumbió ante la ira causada por todos los alumnos que escribían ecuaciones con las unidades mal… Ya no se contestaron más preguntas, y solo quedó un legado de silencio y terror…
Aporte de la radioescucha Lucía Fernanda (si ése es su verdadero nombre, porque, la verdad, nos suena a invento).
PD: Alguien me hizo notar que Lucía-Fernanda = Luci-Fer.