La piedad duró hasta las 9 de la noche. En ese momento San Esferito no pudo resistir más y sucumbió ante la ira causada por todos los alumnos que escribían ecuaciones con las unidades mal… Ya no se contestaron más preguntas, y solo quedó un legado de silencio y terror…
Aporte de la radioescucha Lucía Fernanda (si ése es su verdadero nombre, porque, la verdad, nos suena a invento).
PD: Alguien me hizo notar que Lucía-Fernanda = Luci-Fer.
El miércoles confirmé que San Esferito es un falso ídolo. Le recé, le dediqué un ‘Esfera Nuestra’, y así y todo, no me iluminó; al contrario, me “apantalló”. Ahora para el recuperatorio le rezaré al único dios verdadero: el imán raro de Emilio.
solo voy a decir que aguante el dibujo de Damnation
Resultaste ser así Juan
Me hubieras pedido una foto mejor.