El engendro de sumación de Einstein fue invocado a la vida en 1916, en el número (cabalístico) 7 del tomo 49 (¡7 x 7!) de los Annalen Der Physik, en el centro exacto del corazón gótico de Alemania. Podemos señalar el párrafo preciso al grito de “¡vive!”:
y su primera manifestación física, unas líneas más abajo:
Sólo los iniciados se atreverán a leer esta frase en voz alta, parados, eso sí, dentro de un pentáculo dibujado con tiza.