Consideren el sistema de la figura: un recipiente dividido en dos compartimentos, y un gas repartido de manera uniforme entre ambos. En la pared que separa los compartimentos hay una válvula que sólo puede abrirse hacia la izquierda. ¿Qué va a pasar? A primera vista parecería que, poco a poco, las moléculas de la derecha van a ir cambiando de compartimento, hasta que todo el gas esté en el compartimento de la izquierda. ¡Pero eso violaría la segunda ley! En el estado final tendríamos menos entropía que en el inicial. Podríamos usar este sistema para hacer barcos que avanzaran por el mar sin necesidad de combustible, sólo aprovechando el aire circundante. La respuesta correcta es que no, el gas se va a quedar en su estado inicial (¿se les ocurre por qué?). Uno entonces podría decir, bueno, reemplacemos la válvula por un señor muy pequeño que abre una puertecita sólo para dejar pasar moléculas de la derecha hacia la izquierda. Este señor, llamado el demonio de Maxwell (porque fue imaginado por primera vez por Maxwell en 1871), ¿violaría la segunda ley? La respuesta, de vuelta, es no, y en este caso tiene que ver con el aumento de entropía asociado al borrado de información. Todo esto está explicado de forma maravillosamente clara en este artículo que me hizo llegar ya hace unos años Nahuel Freitas.