Las fuentes de luz polarizada abundan en la naturaleza:
Así que no debería sorprendernos que a lo largo del proceso evolutivo, la luz polarizada se haya venido usando en el reino animal con propósitos muy diversos, como orientación durante el vuelo, detección de agua o atracción sexual.
El proceso evolutivo no favoreció el desarrollo de estructuras biológicas que actúen como filtros polarizadores, en cambio favoreció la sensibilidad a la polarización como propiedad intrínseca de los fotoreceptores. Estas y otras cuestiones se explican en un interesante artículo de la revista Current Biology (click en imagen para acceder a pdf)
Y a partir de ahora, si oyen que un estudiante de Biología se queja por tener que estudiar Física, háganle un favor: pásenle el link a este post.