Simetrías

Como ya mencionamos en clases, el estudio de las simetrías es fundamental en física teórica. Ha costado muchísimo trabajo encontrar las simetrías que se esconden en la naturaleza, pero el esfuerzo ha dado sus frutos y gracias a ello hoy en día tenemos un modelo que describe satisfactoriamente la física asociada a la interacción electromagnética, a la fuerza nuclear débil y a la interacción nuclear fuerte. Dicho modelo se conoce como Modelo Estándar de la física de partículas y lo estudiarán en Estructura 4. Por ahora, con la excusa de estar hablando de simetrías, les dejo este extracto del libro “Antimateria, magia y poesía” de José Edelstein y Andrés Gomberoff (más información sobre el libro):

Belleza y simetría: el lunar de Marilyn

Los elementos básicos de la simetría son operaciones espaciales que dejan invariante al objeto sobre el que actúan. Por ejemplo, las rotaciones o la reflexión especular. La estrella de David, símbolo de los judíos, resulta inalterable si se la rota 60 grados. La cruz cristiana, en cambio, quedará inmutable si intercambiamos sus lados derecho e izquierdo respecto de una imaginaria línea vertical que pase por su eje central. No es casual la elección de objetos simétricos, dotados de una propiedad asociada a la belleza y a la perfección, como símbolos religiosos. Un rostro bello es, ante todo, simétrico. Ligeras asimetrías, sin embargo, como el mítico lunar que lucía Marilyn Monroe en su mejilla izquierda, pueden ser muy atractivas y un ejemplo de la complejidad del sentido estético humano.

Otra simetría importante está dada por las traslaciones: un patrón que se repite a intervalos regulares suele ser placentero. Lo que resulta particularmente incuestionable en una distribución temporal y está en la raíz de la existencia y relevancia del ritmo de la música. Menos evidente que las operaciones de simetría anteriores resulta la reflexión seguida de un deslizamiento a lo largo del plano de reflexión. Como en cualquier pared de ladrillos o en la inquietante obra <<Caballeros>>  de Maurits Cornelis Escher.

Las traslaciones, rotaciones, reflexiones especulares y reflexiones desplazadas son los ingredientes básicos que nos permiten clasificar los distintos tipos de simetría de un mosaico plano. ¿Cuántas posibilidades distintas existen? ¡Exactamente diecisiete! Ni una más, ni una menos. Así lo demostró el matemático ruso Evgraf Stepanovich Fedorov en 1891. Más sorprendente es el hecho de que los artistas medievales de al-Ándalus, varios siglos antes, fueran capaces de plasmar estas diecisiete posibilidades en los majestuosos mosaicos de la Alhambra. Esos que Dan Shechtman puede reproducir de memoria.

 

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