La verdadera, la que importa, la que cambió la historia del progreso humano ocurrió en las afueras de Lincolnshire, Inglaterra, el 25 de diciembre de 1642. Le pusieron Isaac y lo apellidaron Newton. Abajo, una foto del bebé Newton en la guardia del hospital del condado. El pelo encanecido delata su precocidad. Estando en la cuna de tres semanas, estranguló a dos poderosas divisiones con coma, introducidas, según sospechan los historiadores, por los futuros padres de Leibniz.