Este posteo no va a ser sobre el transtorno límite de personalidad, sino sobre las últimas inestabilidades (en fluidos) que vimos en clase. Sin embargo, las inestabilidades y el comportamiento humano tienen puntos en común, como muestra la canción de Björk:
If you ever get close to a human
and human behavior,
be ready, be ready to get confused.
There’s definitely, definitely, definitely no logic
to human behavior,
but yet so, yet so irresistible.
El siguiente video, que espero que sea igual de irresistible, muestra la inestabilidad baroclínica en un tanque rotante. La forma más usual de estudiar esta inestabilidad en el laboratorio es tener un tanque que rote muy lentamente (el video, tomado desde arriba, probablemente tenga la cámara en el sistema de referencia rotante, de forma tal que el tanque se ve en reposo). Y en el centro del tanque se coloca una fuente fría o caliente (por ejemplo, un bloque cilíndrico de hielo). De esta forma se genera un viento térmico (toroidal en este caso) como el de un video que puse hace algunas semanas, y como el viento que estudiamos en clase. Luego se agrega tinta que se usa como un trazador y se perturba ligeramente al fluido. Y se espera:
Noten cómo crece un patrón con un flujo ondulante en la dirección toroidal (es decir, con una componente radial de la velocidad aproximadamente periódica), y a tiempos muy largos aparecen vórtices de gran escala en el plano horizontal. El número de vórtices que aparecen, y el patrón de gran escala, está controlado por el modo que crece más rápido (es decir, el modo más inestable).
La inestabilidad de Kelvin-Helmholtz es más conocida. El siguiente video muestra un montón de imágenes de la inestabilidad en la atmósfera, en Júpiter y en el Sol, y luego muestra un experimento de laboratorio: